Los efectos de la desaparición del hielo y la nieve

Ciertas partes del mundo han estado congeladas todo el año o cada invierno desde hace muchísimos años, y ello viene influyendo en los mecanismos meteorológicos y ecológicos del planeta. ¿Cómo será el mundo a medida que la nieve y el hielo desaparezcan de las zonas donde han estado reinando desde el pasado remoto?

Los ecosistemas ya están cambiando en todo el mundo como resultado de la disminución del hielo marino, de los glaciares y de la cubierta de nieve, sobre todo en latitudes altas donde el agua está congelada durante al menos un mes al año.

Ya se han hecho observaciones científicas sobre cómo algunos animales, como los pingüinos y los osos polares, reaccionan ante la pérdida de su hábitat, pero sólo ahora se están comenzando a sacar a la luz efectos menos obvios que ese decrecimiento de la criosfera tiene sobre los organismos. (Se llama criosfera al conjunto de las zonas de la Tierra donde el agua está congelada).

El estudio realizado por el equipo de Andrew G. Fountain de la Universidad Estatal de Portland en Oregón, Estados Unidos, y presentado a través de la revista académica BioScience, publicada por el Instituto Estadounidense de Ciencias Biológicas, saca a la luz detalles de cómo la reducción en las nevadas en muchas áreas amenaza a los animales que viven en madrigueras bajo tierra y causa que las raíces de las plantas autóctonas sean más propensas a sufrir daños, ya que la nieve actúa para ellas como un aislante.

Además, dado que los microorganismos que viven bajo el hielo del mar son una fuente principal de comida para el kril, la reducción de los hielos marinos ha llevado a un declive en su abundancia, lo que ha ocasionado repercusiones negativas para las poblaciones de mamíferos y aves marinas que se alimentan de kril.

Inesperadamente, la desaparición del hielo marino parece también estar haciendo que el mar absorba menos dióxido de carbono de la atmósfera.

En tierra firme, los cambios en la cubierta de nieve pueden alterar el grado de habitabilidad de un área para algunas especies vegetales en particular. Por su parte, el derretimiento del permafrost puede afectar a la cantidad de dióxido de carbono que vegetales y microbios extraen de la atmósfera.

La fusión de los glaciares agrega sustancias contaminantes al entorno. El caudal de agua de deshielo, que tiende a ser mayor cada año, empuja una cantidad creciente de detritos río abajo.

La desaparición de los hielos en tierra, y la elevación resultante del nivel del mar tendrán numerosos impactos sociales, económicos y geopolíticos. Algunos de estos cambios ya empiezan a notarse ahora, por ejemplo en la industria del esquí, y en áreas relacionadas del sector turístico. Les seguirán muy pronto efectos significativos en la disponibilidad de agua, y por consiguiente en la agricultura, en aquellas regiones cuyo abastecimiento de agua potable y/o para regadío depende en buena medida del agua que se va descongelando poco a poco en las montañas tras el invierno. Tengamos en cuenta que si en vez de estar almacenada unos meses en forma de hielo y nieve, esa agua está en forma líquida desde el primer momento o poco tiempo después, mucha de ella no puede ser aprovechada debidamente. La masa de hielo y nieve de las montañas actúa como un depósito de agua.

Fuente: Noticiasdelaciencia

Comparte esta noticia en: