Ecosistema de la Antártida en peligro de extinción

En las tierras inhóspitas de la Antártida, el hombre nunca ha residido de forma permanente. Este continente es el único que carece de población nativa. A primera vista estos glaciares milenarios parecen ser totalmente incómodos y difíciles para albergar cualquier forma de vida.

El investigador de pingüinos, Steve Emslie, comenta: "Tenemos aquí tan sólo a mamíferos y aves marinas que vienen a la costa para reproducirse. La vida en este territorio se limita a una escasa vegetación. Además, hay algunos invertebrados diminutos. Eso es todo".

Pero en realidad la región representa uno de los ecosistemas más interesantes del planeta. Y para investigarlo el mejor comienzo es la península Antártica, que incluso cuenta con una base turística. El biólogo Ian Bullock describe: "Tenemos una gran cantidad de lobos marinos. Si usted tiene suerte podría ver a hasta 6 especies. También hay pingüinos de tres especies de barbijos".

El carácter especial de la zona deviene de su extraordinaria situación geográfica. "Usted sabe que gracias a su singular ubicación, la Antártica estuvo aislada durante largo tiempo de otros continentes", explica el biólogo marino Vasili Pavarzhni. "Es por eso que solo hay fauna endémica, desde las criaturas más pequeñas y hasta los pingüinos y lobos marinos. Usted no podrá encontrar estas especies en ningún otro lugar. Tan sólo aquí".

Pese a su imponente paisaje, la región resulta mucho más vulnerable de lo que parece. Algunos especialistas advierten que el principal enemigo de este mundo aislado por los océanos podría ser el calentamiento global. "En ninguna parte del planeta hay otro lugar que experimente más cambios que la península Antártica", continúa Bullock. "Al igual que en Siberia occidental y Alaska, en el Polo Norte, la zona muestra un extraordinario crecimiento de sus temperaturas promedio, especialmente en el invierno. Estos tres territorios se calientan 5 veces más rápido que cualquier otra parte del mundo."

Los ecologistas advierten que dentro de algún tiempo los animales que viven en la zona podrían perder su hábitat natural. Unos de ellos son los pingüinos Adelaida, la especie antártica más abundante, cuya población se ha reducido con tanta velocidad que dentro de 50 años tal vez no existan más en la península. Y es urgente que los humanos prevengan que otras de sus riquezas naturales desaparezcan de la faz de la tierra.

 

Fuente: ECO-SITIO

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