No obstante, a pesar de esta "muy buena noticia", creen que "no hay que tirar la casa por la ventana", por lo estudiarán si es conveniente o no solicitar un incremento del total admisible de capturas (TAC) en el caldero, que en la actualidad está fijado en 12 toneladas.

 

Así lo ha indicado a Europa Press el vicepresidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Pablo Villasante, que ha recordado que durante esta campaña --que finaliza el próximo 30 de junio-- "se ha visto mucha anchoa" pero "de baja calidad", ya que la inmensa mayoría de los ejemplares capturados eran jóvenes, de un año o año y medio de edad.

 

Este hecho ha repercutido en los precios, que han sido "muy bajos", ya que las especies capturadas no tienen el mismo valor que los ejemplares "maduros" y son más aptos para pescado fresco que para conservas. Según ha indicado Villasante, se ha pagado una media de 2,06 euros por kilo de bocarte, frente a los 2,75 euros alcanzados en la temporada de 2010.

 

En cualquier caso, y a priori, desde el sector abogan por una autorregulación de esta pesquería, para que no se llegue al extremo de tener que cerrar de nuevo el caladero, como ocurrió en 2005 cuando "no se veía ni un gramo de anchoa".

 

Ha sido precisamente este cierre el que, después de "tantos años" y en opinión de Villasante, ha repercutido en mayor medida en la recuperación de la biomasa de la anchoa, que ha dado un "salto cualitativo".

 

Sobre la campaña de 2011, ha indicado que los últimos datos recabados apuntan a que se han pescado aproximadamente 8,5 toneladas de las 12 permitidas.

 

ESTUDIO

 

Según los resultados de la campaña científica Bioman 2011, realizada en mayo por Azti-Tecnalia sobre la biomasa de anchoa en el Cantábrico, la población de esta especie podría alcanzar las 138.000 toneladas, la mayor cantidad registrada desde que en 1987 comenzaron a desarrollarse campañas científicas sobre este recurso.

 

El estudio Bioman del pasado año determinó que la biomasa provisional de anchoa era de 36.500 toneladas, superando por primera vez desde 2005 la biomasa de precaución (33.000 toneladas). Las cifras de este año, por su parte, suponen un crecimiento del 278 por ciento con respecto a 2010.

 

La campaña científica Bioman y el estudio acústico del Instituto francés para la Explotación del Mar (IFREMER) son los dos elementos que tomará en consideración el Consejo Internacional de Exploración del Mar (ICES/CIEM) entre el 24 y el 28 de junio para elevar sus recomendaciones sobre TAC de anchoa a la Comisión Europea.

Fuente: Ecoticias

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